Por la Dra. Hildegard Wöhler.
El "lenguaje del corazón" se refiere a la comunicación y expresión de emociones, sentimientos y deseos profundos que muchas veces son difíciles de articular sólo con palabras. Implica una forma de comunicación no verbal y muy intuitiva que trasciende las limitaciones del lenguaje.
"Escuchar a través del corazón" hace referencia a un nivel profundo de empatía y comprensión. Escuchar activamente, no sólo con nuestros oídos o con una escucha cognitiva, sino también con nuestro interior y nuestras emociones.
Con el "lenguaje del corazón" las emociones y los asuntos del alma pueden transmitirse y comprenderse a través de gestos, expresiones faciales, lenguaje corporal, empatía e intuición. Enfatiza que la experiencia humana y de toda vida en el mundo que nos rodea, se comprende y comunica mejor en un nivel profundamente emocional, en lugar de a través de un discurso racional o lógico.
A lo largo del desarrollo de la humanidad, hemos logrado la comprensión de grandes secretos científicos que hoy en día se pueden verificar a través del desarrollo y tecnología científica actual, sin embargo, muchas de estas informaciones están inscritas en culturas antiguas que van desde 2000 hasta 10,000 años. Esta comprensión ancestral de lo que hoy la ciencia puede verificar, nunca ha sido fruto de la casualidad, sino de la atenta escucha desde el corazón.
El lenguaje del corazón resalta la capacidad de comunicar y comprender emociones y aspectos más profundos del mundo que nos rodea y de la experiencia humana, a través de medios intuitivos y no verbales. Reconoce que algunos aspectos de la comunicación y la conexión humana con el mundo que experimentamos no pueden expresarse ni comprenderse plenamente a través del lenguaje hablado únicamente.
Cuando escuchamos a través del corazón, vamos más allá de simplemente observar el mundo que nos rodea o de escuchar las palabras que se dicen. Se logran comprender informaciones, emociones, preocupaciones e intenciones subyacentes detrás de las palabras o de los fenómenos que experimentamos, es decir, lo que no se dice verbalmente pero que está presente. Implica estar completamente presente y en sintonía con la información íntima, necesidades, deseos y luchas de lo que está vivo en cualquier forma o del hablante mismo.
El lenguaje del corazón requiere empatía, compasión y una mente disciplinada y abierta. Significa hacer una pausa en la escucha cognitiva dejando de lado nuestros propios juicios, prejuicios y emociones para conectarnos verdaderamente con la otra persona a nivel emocional y en un lenguaje sin palabras. Implica ser paciente, no juzgar y brindar apoyo. Así logramos gestionar 60 veces más información que el cerebro con una escucha sólo cognitiva.
Estudios científicos de los últimos 20 años, han arrojado información sobre los efectos fisiológicos y comportamentales que las emociones tienen en el comportamiento, la salud y el bienestar humanos. El lenguaje del corazón se centra en la relación que existe entre el corazón, el cerebro y las emociones. Luego de numerosos estudios que exploran los cambios fisiológicos que ocurren durante diversos estados emocionales se ha verificado que autorregular las emociones, alcanzando un estado de coherencia, se logra un estado de funcionamiento fisiológico óptimo.
Practicar la escucha centrada en el corazón puede resultar beneficioso en diversos contextos, como las relaciones personales, los entornos profesionales e incluso las interacciones cotidianas. Ayuda a construir conexiones más fuertes, resuelve conflictos y promueve el respeto mutuo.
Escuchando a través del corazón, podemos desarrollar relaciones más profundas y significativas con los demás. Creamos un espacio seguro y enriquecedor donde las personas se sienten escuchadas, valoradas y comprendidas. Puede fomentar la confianza, promover la curación y mejorar la comunicación.
Si bien el "lenguaje del corazón" conlleva un cierto atractivo poético y profundo, existen algunos conceptos erróneos comunes asociados con él. Estos conceptos erróneos pueden surgir de una idealización de esta capacidad, de una mala comprensión de sus implicaciones prácticas o de la falta de experiencia y entrenamiento al utilizar este tipo de lenguaje.
Aquí están algunos ejemplos:
1. Comprensión universal: Un error común es que el "lenguaje del corazón" garantiza la comprensión y la conexión universal entre los individuos. Si bien las emociones son de hecho una parte fundamental de la experiencia de cualquier tipo de vida en nuestro planeta, la forma en que los humanos se expresan e interpretan puede variar mucho según las culturas, los orígenes y las experiencias personales. La expresión emocional humana puede verse influenciada por normas sociales, creencias personales y diferencias individuales, lo que dificulta asumir una comprensión completa y automática del "lenguaje del corazón".
2. Comunicación infalible: Otro concepto erróneo es que el "lenguaje del corazón" es siempre claro, preciso y libre de malas interpretaciones. Si bien esta práctica mejora la comunicación y la comprensión del mundo, no es inmune a malentendidos. Las emociones pueden ser complejas, matizadas y subjetivas, lo que hace posible que diferentes personas las experimenten de manera diferente. La comunicación humana eficaz aún requiere escucha activa, empatía y clarificación para garantizar una comprensión precisa.
3. Reemplazo de la comunicación verbal: El "lenguaje del corazón" no es un sustituto de la comunicación verbal. Es importante reconocer que la comunicación verbal desempeña un papel crucial a la hora de expresar pensamientos, compartir información y transmitir ideas complejas. El "lenguaje del corazón" debe verse como un aspecto complementario de la comunicación y no como un reemplazo completo. La comunicación verbal permite la articulación de pensamientos, intenciones e información contextual específicos, que pueden no transmitirse completamente únicamente a través de medios no verbales.
4. Supremacía emocional: En ocasiones, el “lenguaje del corazón” se idealiza como una forma de comunicación superior o más auténtica en comparación con el lenguaje verbal. Si bien las emociones y la comprensión intuitiva son sin duda aspectos importantes de la conexión humana, es esencial reconocer el valor de la comunicación lingüística. El lenguaje verbal nos permite participar en un discurso intelectual, transmitir información precisa y expresar conceptos abstractos. Las emociones y el lenguaje son herramientas complementarias para la expresión y comprensión de la vida humana.
El Instituto Wöhler tiene como objetivo cerrar la brecha entre la ciencia y la espiritualidad, proporcionando investigaciones basadas en evidencia y técnicas prácticas para promover el bienestar emocional y el crecimiento personal. Ha desarrollado programas y recursos para individuos, escuelas, profesionales de la salud y organizaciones de cualquier rubro, para ayudarlos a implementar técnicas de reducción del estrés y desarrollo de la resiliencia. Su trabajo se ha aplicado en diversos entornos, incluidos la educación, la atención sanitaria, médica y el deporte.
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